La nueva tecnología MINERVA #smartgeocontrol, que está incorporando los hallazgos científicos del proyecto STONE, puede ya detectar y anticipar deformaciones en el subsuelo con meses de antelación, mejorando la seguridad y sostenibilidad en minería. Así lo confirman los primeros resultados obtenidos en el marco de esta colaboración público-privada liderada por Atalaya Mining, compañía que opera la mina de Riotinto, y los centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) e Instituto Geociencias de Madrid (IGEO-CSIC-UCM).
Tras más de dos años de trabajo, uno de los principales hallazgos ha sido que la combinación de interferometría de radar de satélite (InSAR) y técnicas de análisis de deformación del subsuelo permite detectar desplazamientos a más de 500 metros de profundidad. Esta capacidad de monitoreo, aplicada en la mina y en el depósito de estériles, ha demostrado que puede identificar movimientos del terreno antes de que se manifiesten en la superficie.
De esta manera, la plataforma tecnológica MINERVA #smartgeocontrol es capaz de emitir alertas meses antes de que los cambios se manifiesten en fallos superficiales. Susana Rodríguez, directora del proyecto y responsable de Geotecnia de Atalaya confirma que el sistema “proporciona margen de maniobra para implementar medidas preventivas y evitar que las deformaciones comprometan la seguridad de las personas, las infraestructuras o el medio ambiente, particularmente en entornos sensibles desde el punto de vista geotécnico”.
“Para el desarrollo del Proyecto STONE, el equipo investigador aplica de forma simultánea interferometría radar de satélite (InSAR) y de ruido sísmico ambiental, junto con la lectura de los aparatos clásicos de medición en el terreno (inclinómetros, piezómetros, puntos geodésicos) obteniendo datos en modo casi continuo (cada 6-12 días en InSAR) o continuo (ruido sísmico)”, explica José Fernández Torres, investigador del equipo del IGEO-CSIC-UCM.
Toda la información se integra en la plataforma MINERVA, que permite controlar en tiempo real tanto las observaciones obtenidas mediante métodos convencionales como las generadas por estas nuevas técnicas. Esto facilita una vigilancia geotécnica y geodésica continua del subsuelo.
“Asimismo, el uso de inteligencia artificial permitirá determinar con precisión la estructura tridimensional del subsuelo de la mina, lo que contribuirá a identificar zonas con posible inestabilidad estructural y a descubrir nuevas oportunidades geológicas”, añade Montserrat Torné, investigadora principal del proyecto en GEO3BCN-CSIC.
Aplicaciones en minería e infraestructuras
Durante el año restante de este proyecto de investigación, se completarán desarrollos clave para alcanzar un uso operativo o casi operativo de estas técnicas. Actualmente en fase de prueba en Riotinto, podrá aplicarse en entornos cuya estabilidad requiera una rigurosa vigilancia: embalses, puertos, centrales nucleares, etc.
Los próximos pasos incluyen la ampliación del alcance de MINERVA #smartgeocontrol a nuevas áreas de la mina y su adaptación para otras aplicaciones industriales. Atalaya Mining continuará explorando oportunidades para expandir el impacto de esta innovación a través de nuevas colaboraciones y desarrollos tecnológicos.
Estos avances constatan el compromiso de Atalaya con la innovación y el desarrollo de soluciones para la seguridad y la sostenibilidad, impulsando una minería de vanguardia. "Estamos orgullosos de los avances hasta ahora y entusiasmados por el potencial de esta investigación para transformar la vigilancia geotécnica y geofísica en este y otros sectores”, afirmó Enrique Delgado, director general de Atalaya Riotinto.